MC

El texto completo de la obra podéis encontrarlo aquí:

https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=sites&srcid=ZGVmYXVsdGRvbWFpbnxsZW5ndWFjYXJtZW4xMzE0fGd4OjJiZDg3ZmY1NmY1NzEwYjE

La obra comentada:
Escenas 1-7
Escenas 8-15

Si este tipo de comentario te parece muy difícil, en esta página tienes comentadas, escena por escena, casi todas las escenas. La estructura de las escenas, por cierto, está aquí

También un resumen por escenas que seguro que no necesitáis, y un enlace a la película en youtube que estoy convencida de que veréis una vez hayáis leído el libro.

Y recuerda:



MC


            El ruido hace mal: provoca tensión arterial, sordera, cefaleas; impide dormir, lo que aumenta la irritabilidad y, por tanto, las úlceras de duodeno y los riesgos de accidente, entre otros. España es, tras Japón, el segundo país con mayores índices de contaminación acústica. Según los cálculos de la OCDE, nueve millones de españoles están sometidos al suplicio. Se comprende, por todo ello, la atención que ha suscitado una sentencia del Tribunal Constitucional desestimando el amparo solicitado por el propietario de un pub de Gijón condenado en 1998 por las molestias causadas por su música a altas horas de la madrugada. El fallo sostiene que esa forma de contaminación puede atentar contra derechos como el de la salud o la inviolabilidad del domicilio. 

               La división producida en el Tribunal —hubo tres votos discrepantes— pone de manifiesto el retraso legislativo sobre la materia. La Ley del Ruido, aprobada hace un año en aplicación de una directiva de la UE de 2002, y pendiente de desarrollo reglamentario, debería colmar ese vacío. La normativa anterior estaba diseminada en multitud de normas, casi siempre de rango municipal, que se aplicaban con indolencia y supuesto respeto a la tradición, aunque ésta tuviera una antigüedad no mayor de 15 años. La nueva ley establece la obligación de elaborar antes de 2007 mapas acústicos de las ciudades, con niveles de exigencia de silencio en función del uso predominante del suelo: industrial, residencial, de ocio, etc. De la combinación entre ese mapa y el de horarios para actividades potencialmente ruidosas debería salir la reducción del ruido y la posibilidad de aplicar medidas correctoras adaptadas a cada situación. 

          Ya hay ley, sólo hace falta aplicarla; es decir, lo más importante. Se ignora si los mapas acústicos ya están en marcha, pero consta que las obras, públicas o de particulares, siguen amargando la vida de los vecinos sin aparente control, las motos sin silenciador atronando las noches especialmente en verano, los camiones de la basura sobresaltando a los que quisieran dormir, las vías de comunicación contaminando su entorno urbano, y celebrándose festejos, municipales o privados, al son de una pirotecnia que identifica lo alegre con lo estruendoso. “La inteligencia”, escribió Schopenhauer, “es una facultad humana inversamente proporcional a la capacidad para soportar el ruido”. 

                                                                            “El ruido mata”,  Editorial de El País, marzo de 2004.



1. Resumen del texto
El ruido provoca diversas reacciones en el organismo que pueden dar lugar a problemas de salud. España es el segundo país del mundo con mayor nivel de ruido, incluso el Tribunal Constitucional considera que la contaminación acústica atenta contra la salud. Existía normativa al respecto pero difícil de aplicar debido a su dispersión, ahora existe una "ley del ruido" que realizará mapas para señalar límites de ruido dependiendo del uso de cada zona de las ciudades. 
Aunque la ley exista es necesario que se cumpla.

2.1. Indique el tema 

El ruido como fuente de contaminación y problemas de salud. 

2.2. Indique la organización de ideas del texto





3. Comentario crítico sobre el contenido del texto





MC
Me admira que, tantos días después, sigamos pegados a la catarata de las páginas necrológicas de Mandela sin repulsión ni hastío, que es lo que se suele experimentar en este tipo de hemorrágicos ditirambos mortuorios. De Mandela, en cambio, nos interesa todo, desde los magníficos textos de Carlin hasta las imágenes de esa fiesta interminable que está siendo su despedida. La intensidad de nuestro interés nos da la medida de lo muy necesitados que todos estamos de creer en lo que Mandela representa: alguien a quien la adversidad no doblegó, a quien el odio no envenenó, a quien el poder no corrompió. Era un político que honró la política.

Corren malos tiempos para la democracia. Veo en todo el mundo una crisis en la credibilidad de este sistema, un creciente enojo ante sus abusos evidentes, ante su hipocresía y su cinismo. Nadie parece confiar en los políticos: la frase “todos son iguales” es el lema de moda. Y los únicos que parecen un poco menos iguales, justamente, son los que preconizan las hogueras purificadoras y la mano dura. Quiero decir que veo brotar por doquier la flor negra de la añoranza de la tiranía. Haber nacido en una dictadura me vacunó contra ello, pero el mundo está lleno de ignorantes que, escandalizados por las corruptelas democráticas, creen que los sistemas dictatoriales son más limpios sólo porque son infinitamente más opacos: no sólo la porquería y los abusos no trascienden, sino que además dan respuestas simples a los problemas complejos y luego se encargan de ocultar todo el daño que esa simplificación ha provocado. Yo sigo creyendo, en fin, que la democracia es el sistema menos malo, y que, con todas sus contradicciones, ha permitido mejorar notablemente la situación del mundo. Y también creo que no hay que rendirse y que hay otra manera de hacer política. Lo demostró Mandela.


 1. Posible Resumen
Varios días después de la muerte de Mandela la gente no está cansada de oír hablar de él debido probablemente al respeto que inspira. En un momento en el que la democracia está muy discutida y aparecen opciones políticas que ofrecen salidas fáciles a la crisis, sin embargo, pese a sus defectos sigue siendo el sistema político menos malo.

2. Posible Tema
La falta de confianza en los políticos y la democracia actual

3. Posible división en partes

1. Primer párrafo: el interés que suscita Mandela se debe al respeto que se le tiene a su figura política
2.La democracia está desacreditada debido a la existencia de políticos corruptos
       2.1. La idea de que todos los políticos son igualmente corruptos e incapaces hace que mucha gente               desee la vuelta de la tiranía 
     2.2. Aparecen populismos de todo signo que defienden sistemas totalitarios que parecen más limpios solo porque son más opacos.
3. Frente a los populismos de todo signo, la autora defiende la democracia como el mejor de los sistemas posibles y remite a Mandela como ejemplo de que el sistema político puede funcionar.

4. Comentario crítico del texto

En este artículo publicado en El País, la autora, Rosa Montero toma como excusa el interés  y la admiración que todo el mundo siente por Mandela para defender la figura del político honrado, que ha hecho de su vida y de su actividad pública un ejemplo de servicio público.
La figura del político en la actualidad es muy poco valorada debido a la cantidad de casos de corrupción política o de personas cercanas a la política y a la vida pública en general. Hay días en que son tantas las noticias sobre corrupción y derroche que aparecen en los medios de comunicación que da la impresión de que todos los políticos son iguales, de que no merece la pena votar, de que da igual quien gobierne. Esta situación es peligrosa porque hace que el ciudadano se desentienda de la vida pública, que no olvidemos, es cosa de todos. Otro de los problemas que señala Rosa Montero en el artículo y que pueden considerarse como consecuencia del desencanto hacia los partidos políticos y su práctica es el surgimiento de agrupaciones y partidos políticos extremos, que defienden un populismo que proporciona soluciones fáciles a todos los problemas de la sociedad.
La proliferación de este tipo de grupos si es peligrosa, porque por muchos problemas que haya dentro de los partidos políticos y muchas malas prácticas, también hay un control, una forma de trabajar que parte de la realidad y busca soluciones posibles, aunque no siempre al gusto de todos.
Los populismos, en cambio, proponen soluciones fáciles, gratificantes en un primer momento, pero que, si pensamos un poco, no dejan de ser propuestas demagógicas: ¿Cómo podemos crear comedores sociales solo para españoles cuando son miles los jóvenes de nuestro país que están buscándose la vida como inmigrantes? ¿Queremos que estos españolitos, exiliados económicos vivan en un estado de exclusión en los países a los que llegan?
Por otra parte, es el propio sistema democrático el que acaba siendo cuestionado. Una de las características de un estado democrático es la libertad de expresión y de prensa. Esto hace que se vigile a los políticos, a los jueces,… a todo el que es alguien en la vida pública. Se hacen visibles las conductas reprobables, incluso las que no tienen nada que ver con la vida profesional, pero que contribuyen a dar una buena o mala imagen de quien desempeña un cargo. Nadie pondrá en duda, supongo que la libertad de prensa es importante, imprescindible en un estado democrático, pero hay quien lo utiliza como talón de Aquiles del sistema argumentando, por ejemplo, en el caso de España, que estas cosas con Franco no pasaban, que se necesita mano dura, que si te manda solo uno es mejor que si te mandan varios…
En realidad los regímenes totalitarios son mucho más corruptos que los democráticos, pero al no haber libertad de prensa ni de expresión no hay manifestaciones, los periódicos se secuestran si publican algo que moleste al régimen, sea de izquierdas o de derechas.

No existen soluciones fáciles para las cosas difíciles, solo podemos contribuir todos en la vigilancia de las instituciones y las personas que las ocupan durante un tiempo determinado. También debemos ser conscientes de que la democracia se basa en que cada persona tiene un voto y todos los votos valen igual, aunque solo votemos cada cuatro años, aunque creamos que da igual, no es así, es nuestra misión como ciudadanos, nuestra parte del contrato social que debemos desarrollar de forma tan responsable como pedimos a los políticos que ejerzan la suya.